Explicación

Todo empezó hablando de libros. En el departamento de Once, un feriado muerto, con algunas cervezas adelante. Primero fue Arlt, a quien queremos tanto (entre nosotros es solo Roberto); estuvimos intercambiando ideas, releímos algunos párrafos y nos admiramos de su escritura vigorosa, fuerte, granítica. Después, en algún momento, la conversación giró sobre un cuento de Patrick Quentin, seudónimo con el que firmaban sus obras —escritas en conjunto— los ingleses Richard Webb y Hugh Wheeler.

Algunas cervezas más adelante, ya con la llegada de la noche, decidimos escribir juntos —como Wheeler y Webb— y prepotentemente, a como diera lugar —como Arlt—. Ya está bien de conversar sobre literatura: escribiremos. Y que los eunucos bufen.

Nuestras reglas son simples: la historia es una sola; nosotros, dos personas que escriben dos párrafos cada una cada dos días.