Capaz estuve mal

Capaz me equivoco, no sé, pero la verdad que en el fondo me siento bastante contento y orgulloso, de alguna manera. Yo no quería molestar a nadie, la verdad, pero bueno, tampoco el hijo de la pavota, ya fue. Pasaron años, igual, capaz que hoy no lo haría, no sé. Capaz que sí. ¡Capaz que lo haría incluso mejor, no sé!

Nos conocimos en una app de citas, empezamos a hablar, lo mismo de siempre. Primero de a poco, lento, aburrido, con todas las dudas. Y después un domingo, que supongo que fue porque algo pasó, se pinchó un plan o algo por el estilo, de repente me escribe, parece que tiene ganas de hablar, está con toda la onda. Bueno, joya. Yo estaba en otra, ocupado, muy domingo, y cuando me dijo de juntarnos, ahí, al toque, la verdad que no, le dije que no, que no podía. Pero estaba entusiasmada, así que arreglamos para ese jueves. No era ideal, porque el viernes se labura, pero bueno. Al final me entusiasmé yo también, capaz que se alineaban los planetas...

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